Como en otros países africanos, la corrupción institucional frena la evolución hacia un estado sólido proveedor de servicios, y el sector político peca de clientelista y sobremilitarizado. Evidentemente no es una inversión con mucho retorno, la velocidad y dinamismo obligan a todos aquellos que trabajan en Nollywood a vivir en mayor o menor medida al día, siempre en busca de nuevos proyectos. Transcurría un momento en el que al otro lado del mundo los avances tecnológicos de los años 90 amenazaban con dejar obsoleto un importante stock de productos electrónicos al que los países asiáticos ansiaban dar salida.