Esto puede remontarse a la industria del largometraje nigeriano de las décadas de y , hasta la época del bajón económico, que hizo que no pudiera seguir haciéndose frente a la producción de largometrajes y se comenzasen a hacer videos en su lugar. También se ponen películas en bares, tiendas, locutorios y en pequeños clubs de cine; la enorme cantidad de producciones hace que la rutina de un comerciante pueda estar casi por entera acompañada por películas nollywoodienses resonando en su televisión.