Podría empezarse con la dependencia de las importaciones de petróleo refinado, que ya es una pérdida en sí, y que se junta además con el vertiginoso paro juvenil. El reembolso tarda un máximo de 15 días hábiles. Aunque en su mayoría buscan contar una historia sin ambicionar convertirse en un mecanismo de denuncia social, la falta de presupuesto hace que haya poco espacio para el adulteración y la idealización, por lo que en las películas se terminan reflejando escenarios y personajes reales.