David Gómez. Máxima Actitud. En este marco, los japoneses practicantes del bondage, postulan que la sensación de dejarse llevar dentro de una habitación o al aire libre, es gratificante por el estímulo que genera tener la total responsabilidad sobre el placer sexual creativo liderado por el dominador por sobre el o la sometida de forma voluntaria y pasiva frente al proceso de encordado.